viernes, 15 de abril de 2011

Eso.

Me voy a poner egocentrica un ratito - cosa que odio, pero supongo que tener un blog ya lo es un poquito. Como vengo diciendo, pase el verano preparandome para el examen de residencia (de psicología). 
Ese examen que me hizo alucinar un poco, me trajo dolores de espalda, angustia, ansiedad oral (auspician Frutigran y Cachafaz), faltazos al gimnasio y por sobre todo: intolerancia.
Estaba mala; y no lo digo asi nomás, porque yo soy buena, -brava a veces, según dicen - pero buena. Por suerte pude censurarme lo suficiente como para que nadie me mande a cagar (especialmente en mi casa y un par de amigos).
En fin, el miércoles 13 fue el día D. Primero: senti que me saque 15 kg de encima, que como bien me dijo una amiga, es masomenos lo que pesa todo el material. Pero hasta ahí, porque aunque no tenia que estudiar más, quedaba esperar los resultados. Publicaron las respuesta correctas y, con mi examen en mano y el corazón en la boca me puse a corregir las 100 preguntitas choice. Pegue un grito cuando vi que llegaba a 72. Le dije a la persona que estaba mas cerca: mi papá, e inmediatamente me puse a llorar, casi temblando.
(se que suena muy dramático, pero no exagero)

Aunque no quiera ilusionarme, ya me imagino yendo al hospital con un ambo azul. Me imagino mudandome de casa y mi propio espacio. Pero a no apurarnos. Ahora, si bien soy libre del estudio, soy prisionera de la espera: el ranking lo publican en mayo, y de eso depende todo... porque hay solo 40 lugares, se presentaron 600 personas, y todo depende del lugar en que quedes en el ranking. 

Cumplí, que hice lo que pude y el resto depende del azar. Mentira, no cumplí con mis expectativas, las superé. Y por sobre todo, las expectativas de los demás, que se la pasaron diciendome "te tengo fe, vas a entrar", ante lo que yo solo dudaba y pensaba "claro que me dicen eso, porque me quieren", pensando por dentro que los iba a decepcionar. Es así. La seguridad no es lo que me caracteriza, pero estos momentos en  los que me siento orgullosa, que camino con más seguridad, cuando alguien que quiero me dice "estoy orgulloso/a de vos" y me emociono; esos momentos no los cambio por nada, no me los quita nadie, ningun ranking. Sea cual sea el resultado, con esto estoy feliz ahora. Mañana veremos cómo sigue la cosa.

En mayo les cuento si me van a ver caminando por la calle en ambo azul.

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